Te mostramos las claves para una mayor confianza con los clientes
Ganar la confianza del cliente en nosotros es un elemento esencial en la configuración de la estrategia empresarial.
Con clientes y mercado cada vez más volátil, la única satisfacción no siempre es suficiente para retenerlos. Debemos ir más allá: convencerlos, conmoverlos y sobre todo cumplir sus promesas.
Una de las secciones que tratamos en nuestro Programa Certificado de Consultor de Ventas son las neuroventas. El arraigo de la venta exitosa a la mente humana es completamente intrínseco y no una sugerencia: las neuroventas nos permiten aplicar todo el conocimiento que tenemos sobre el cerebro humano y las emociones para ayudar a la finalización de cualquier acuerdo de compra versus venta.
Se podría decir que es un tango entre el cliente y el vendedor, donde recabar información, escucharle y empatizar con sus necesidades para darle la réplica perfecta, es vital.
Muchos clientes no saben cuales son sus necesidades reales, construir una relación en la que estén vulnerables a nuestra ayuda, y se sientan ayudados, nos dará una relación de confianza de la que pocos empresarios pueden presumir. No corras. Para ser sólido y sostenible, nuestra relación con el cliente debe darse en la confianza mutua entre el cliente y la empresa. La confianza se trabaja, se obtiene gradualmente.
Hoy, te damos en primicia 8 de nuestras claves incluidas en nuestro Programa de Consultor de Ventas, para que trabajes punto por punto y con facilidad la relación con tus clientes:
Competencia.
Demostrar que sabemos de lo que hablamos y conocemos su producto. Esto aumenta nuestra capacidad de credibilidad.
Integridad.
Hacer siempre lo correcto, incluso en momentos de presión.
Consistencia.
Sin sorpresas, sin riesgos, con eficiencia y alineamiento.
Comunicación.
Relación y escucha continua de los cambios, del sector, producto y cliente para mantenerse al día.
Conectado.
Referencias de otros clientes y mercados, incluso de otros países para que aporten apoyo y seguridad.
Interés.
Invertir tiempo y recursos en el cliente para entender mejor sus necesidades es fundamental.
Impacto.
Aportar valor a través de soluciones de negocio. Implicación y perseverancia.
Resultados.
Hablar en cifras habitualmente, midiendo y demostrando realidades, mejora la satisfacción del cliente.
Apuesta por la calidad y calidez en lugar de la cantidad. La cantidad, vendrá después.